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9/16/2016

Historia de los plebiscitos en Colombia


Santiago Villarreal Cuéllar

La democracia colombiana ha sido restringida comparada con otras del mundo y de Latino-América. Mientras que en algunas naciones (Suiza y Costa Rica) consultan al pueblo hasta para comprar un carro por parte del gobierno, en Colombia solo se han realizado dos plebiscitos: uno para entronizar el frente nacional y el otro convocado para el próximo dos de octubre para consultar al pueblo si queremos la paz o la guerra. En el plebiscito realizado el 10 de diciembre de 1957, se convocó a los colombianos para que ratificaran el pacto de Benidorm celebrado entre los máximos representantes de la oligarquía dominante (Laureano Gómez y Alberto Lleras Camargo) en 1956, para derrocar al presidente Gustavo Rojas Pinilla, impuesto mediante un golpe de cuartel el 13 de junio de 1953, patrocinado por el ex presidente Mariano Ospina Pérez y un sector del partido liberal, con el único objetivo de salvaguardar los intereses mezquinos de esa misma oligarquía, amenazada por una brutal guerra civil patrocinada por el establecimiento en manos de Laureano Gómez. Sin embargo, Rojas Pinilla se le salió de las manos a la clase dominante, cometiendo el error de algunos políticos latinoamericanos: ayudar al pueblo desarrapado. De inmediato fue calificado de populista y dictador. Igual a lo sucedido con Juan Domingo Perón en la Argentina, Marcos Pérez Jiménez y recientemente Hugo Chávez en Venezuela. Poner el estado al servicio de los pobres en las llamadas democracias liberales es un pecado imperdonable por parte de las oligarquías, y el precio a pagar es bastante alto: el derrocamiento o la muerte.

Con la aprobación del plebiscito en 1957, se inició el frente nacional donde los partidos liberal y conservador se alternaron el poder para defender los intereses oligárquicos,  cerrando cualquier brecha de alternativa democrática, obligando a otras ideologías, especialmente de izquierda a tomar las armas como única opción para expresar su inconformidad. Es bueno recordar la verdadera historia para no tergiversarla ni repetirla.  

El plebiscito por la paz convocado por el presidente Juan Manuel Santos, con la aprobación del congreso es quizá el más importante de la historia colombiana. Los ciudadanos tenemos la inmensa responsabilidad de entronizar con nuestro voto afirmativo si queremos para nuestras futuras generaciones una nación con la esperanza de poner fin a una guerra de sesenta años, donde cientos de miles de colombianos han perdido la vida, dejando huérfanos, madres y padres adoloridos, hombres mutilados y personas con las secuelas de la tortura física o sicológica, o seguir en lo mismo. Nos jugamos dos opciones claras: el mal (guerra y muerte) o el bien (paz y vida).       


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